Puede que hace años te hicieras una dilatación que ya no va con tu estilo. O quizás has llevado durante demasiado tiempo pendientes pesados que han provocado un desgarro en el lóbulo de la oreja. En consecuencia, es probable que no te sientas bien con tu estética facial. ¿Cómo ponerle remedio? Apuesta por la lobuloplastia.

 

¿Cómo se lleva a cabo la lobuloplastia?

 

La lobuloplastia es una cirugía plástica menor que corrige, repara y da forma a uno o ambos lóbulos de la oreja mediante una pequeña incisión. Se trata de una intervención ambulatoria, es decir, no requiere de hospitalización. Se realiza bajo anestesia local. Suele durar alrededor de una hora y, por lo general, harás vida normal de inmediato.

 

Cuando el orificio de los pendientes se alarga en exceso, la piel puede llegar a desgarrarse. En este caso, durante la operación se eliminan esos tejidos y se reconstruyen en su totalidad.

 

Al finalizar, se cierra la herida con algunos puntos de sutura. Pasado un tiempo, el cirujano plástico programará contigo una revisión y valorará si debe retirarlos. ¿Te preocupa la posible cicatriz? No te preocupes porque la incisión es tan pequeña que nadie la notará.

 

Muchos pacientes nos preguntan si es posible volver a lucir pendientes tras una lobuloplastia. La respuesta es sí. Aunque tendrás que esperar a que el cirujano plástico retire tus puntos y se asegure de que la herida está curada al completo. Recuerda siempre seguir las indicaciones del profesional durante el postoperatorio para conseguir buenos resultados

 

Comprueba si eres el candidato ideal para la lobuloplastia

 

Esta intervención suelen solicitarla pacientes con el lóbulo rasgado que han usado pendientes pesados durante un tiempo prolongado o que desean cerrar sus dilataciones. Sin embargo, pueden darse otras causas:

• Desgarro debido a un pequeño accidente. Por ejemplo, al practicar un deporte de //www.clinicamontecarmelo.es/contacto o al engancharse la ropa al zarcillo.
• Lóbulos grandes. Si te fijas bien, las personas mayores suelen tener lóbulos de mayor tamaño y algo desproporcionados con el resto de la oreja. Su causa se encuentra en el propio proceso de envejecimiento.
• Cicatriz queloide. Se trata de una cicatriz elevada y engrosada que se forma tras producirse una herida.


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