La cirugía plástica no solo comprende intervenciones para decir adiós a los complejos y mantenerse joven, también actúa en otros momentos.

Tras accidentes o enfermedades, el aspecto del rostro y del cuerpo sufre cambios, por lo que es necesario recurrir a la cirugía plástica reparadora. Esta especialidad se vuelve, de hecho, crucial para que la persona que afronta este tipo de situaciones pueda recuperar su imagen.

Hay multitud de casos en los que los doctores y psicólogos recomiendan recurrir a la cirugía plástica reparadora. En nuestra experiencia como clínica de cirugía plástica reparadora, hemos atendido tanto a personas con daños a causa de accidentes de tráfico, malformaciones, quemaduras como a personas que han padecido tumores.

Lo cierto es que, aunque pueda parecer difícil imaginarse dentro de una misma especialidad intervenciones tan dispares —intervenciones en un rostro que ha sufrido quemaduras o una reconstrucción mamaria con la micropigmentación de la areola—, todas se orientan hacia la naturalidad y la recuperación de la imagen. Pasar por el quirófano se trata, en este caso, de un punto de partida para volver a la normalidad, afrontar la situación y reducir las secuelas.

En Clínica Montecarmelo hemos atendido con éxito a muchos pacientes que necesitaban intervenciones de cirugía reparadora en Sevilla. En todos los casos, consideramos que la comunicación entre el paciente y el cirujano plástico resulta fundamental para marcar unas expectativas reales de la intervención.

Si te gustaría restablecer la imagen del rostro tras haber sufrido accidentes de tráfico, quemaduras, tumores o cualquier otro daño, solicita una valoración gratuita de nuestros cirujanos plásticos. Estudiarán tu caso en profundidad y te recomendarán la intervención más idónea para tu caso.